lunes, 14 de noviembre de 2011

TALLER DE POESÍA GRUPO CERO DE LOS SÁBADOS 12-11-2011


GRUPO DE POESÍA DE LOS SÁBADOS A LAS 18:00 h
-revista virtual-
COORDINADOR :
MIGUEL OSCAR MENASSA (Candidato al Premio Nobel de Literatura 2010)
NÚMERO 85 12- 11-2011
Semana a semana iremos mostrando en este blog el producto del trabajo realizado en el Taller virtual de poesía los sábados a las 18:00 h de la Escuela de Poesía Grupo Cero, coordinado por el poeta Miguel Oscar Menassa


Dibujos: Miguel Oscar Menassa

CUANDO EL CIELO TAMBIÉN OLVIDA

Poema provocado por las elecciones del 20 de noviembre

Una vez más,

el cielo abriría sus fauces,

desde donde ingenios del despropósito

lanzarían sobre nosotros

la maldición del no recuerdo.

A través de incógnitas irreversibles,

nuestra piel iría adquiriendo

tonos de levedad y hastío,

ese matiz impreciso que oscila

entre lo gris y la muerte.

Después, sólo cifras,

datos, escápulas comprometidas

en el sutil arte del descalabro,

esa retorcida pasión que perdura

cuando el cielo también olvida.

Carmen Salamanca

EL DISCRETO FANTASMA DE LA ESTRELLA DIFUNTA

Detrás de tantas cartas que llegaron,

amorosas como el redoble de lluvias

intensas en ciudades con río o mar,

sólo algunas imágenes en tantas estaciones.

La suerte que reclamo por azar furtivo,

vuelve sin avisar en retocadas fotografías remotas

como si quisiera nivelar tiempos bajo la lengua,

más allá del fondo incierto de la calle

y del paisaje extrañamente humano.

Las corrientes misteriosas que llaman recuerdos

suben y bajan mezclando pequeñas historias,

pasiones ilesas en el bravío ángulo de la inocencia crecida.

Conseguí apremiar respuestas

en inéditos mensajes de futuro.

Nada sé.

Escucho balbuceos en desnudos

pegamentos sin costura,

ciñéndome los huesos como presencia amante.

Tampoco concedo tregua.

Atravieso puertas, subo estanterías

de lo que llamo porvenir,

combino recintos como anagramas

alterando el orden previsto.

Tal vez sea el fantasma infiel de rostros esculpidos

en cambiantes nubes que se quiebran

con el olor de la piel de aquellos

para quienes el cielo estaba lejos.

Jaime Kozak

HOY ESTOY VENCIDO, COMO SI SUPERA LA VERDAD

Fernando Pessoa

Todo se pierde en la montaña.

El eco de las risas de una tarde en el café;

los jóvenes compañeros que atraviesan la infancia

a grandes zancadas y se zambullen en la vida;

la calidez de las primeras noches entre sábanas

de noveles parejas con sueños de eternidad.

El verde infinito es roto por ocres ladridos

ante un sol que se esconde tras olvidos de algodón.

Una figura humana rumia, sobre la huérfana roca,

historias caducas en rotos calendarios.

El húmedo hocico resopla junto al amo,

esperan un horizonte mutado por los deseos.

El aliento se espesa, como la sangre

que escruta los huecos presionada por todo lo perdido.

La piel azulada denuncia la glacial espera,

cruje lo hondo acusador y ni nueva bandera

ni vana esperanza alimentan la prórroga castrada.

El viudo se marcha, en su ritmo pausado,

vencido en su solitaria verdad.

Helena Trujillo

DESDE HOY EL INFINITIVO ME LLEVARÁ VOLANDO

Desde hoy el infinitivo me llevará volando

sobre la oscura mancha del mar

donde los muertos quedarán sumergidos

en el hueco de las alas que fingen volar.

Pletóricas constelaciones recorren el cuero de las enciclopedias

que, furtivamente, han conseguido la eternidad.

Los destinos fermentan el recuerdo

como traficantes enmudecidos

por la extravagancia.

Se escribe en las contorsiones del hombre

una fugaz esquirla que amenaza su virtud, su armonía

en fracciones de viento que sentencian el deseo.


Vuelo entre cuerpos

para que el misterio de las almas

impulse mi canto.

Magdalena Salamanca


¿POR QUÉ LAS MUJERES DE MI MISMA EDAD O PARECIDA SIGUEN A MI LADO DESPUÉS DE 40 AÑOS? ¿POR QUÉ LAS MUJERES JÓVENES, 30-40 AÑOS MÁS JÓVENES QUE YO, ESTÁN A MI LADO?

Porque Menassa envía ondas desde hace más de cuarenta años. Rescatemos algunas:

“Las mujeres, casi todas, lo dicen: hay personas que envían ondas y hay personas que no envían nada. Las dos son personas, pero ellas siempre se acuerdan de las que envían ondas. Y el estado contrata a las que no envían nada”.

“Toda mujer ha de tener su nombre propio en varios productos de su trabajo y, si no, no será, exactamente, una mujer. Si, además, le sobra algún dinero de lo que gana con su trabajo puede, también, dejar de ser una mujer cuando se le ocurra”

Partir de estos aforismos, para desplegar la pregunta es “entre tantas una manera de comenzar” Soy un grupo y todo en el exacto borde del abismo. Y está sucediendo allí donde el significante grupo representa a la mujer para la escritura. Historia de soledades compartidas, cifras a favor de Ella, algo así como: “la verdadera libertad para una revista de poesía acontece cuando se publican 500.000 ejemplares por mes y se distribuyen eficazmente”.

El poeta reconoce a todo soldado, sea de la edad que la piel diga y Ella sabe que “una vez acabadas las cuentas, entra en juego el cuerpo, la muerte, el goce”. Tal vez por eso, las mujeres estudian la escritura de Menassa, están alimentando la voracidad del poeta y “cuando la mujer desea, todo es correcto”.

Hablar, leer, escribir y amar es un hecho posible para la mujer después de la escucha poética y la interpretación psicoanalítica que declara desde el principio el autor de La Mujer y Yo: “puedo estar contento de haberla conocido, algo de ella he recibido, algo le he dado”

Tal vez su oficio de morir, su poeta condenado, sus sentimientos desparramados, tal vez la poesía en castellano, cual preciso y melodioso instrumento de conocimiento, se detuvo en sus manos “como en un desierto perdido, buscando afanosamente lo que no puede ser encontrado en un desierto” y eso permite que la mujer escriba los mitos del futuro. “Mujer dejo en tus labios diosa de deseos el movimiento sideral, perenne de mi voz”

Y si después de 40 años siguen a su lado es porque hace 50 de la publicación de su primer libro. Menassa leyó a Freud en brazos de la poesía, tal vez por eso declara: “cuando ella me besaba, en realidad besaba la imagen que yo proyectaba, amándome, sobre ella”

Tal vez mujeres 40 años más jóvenes que él, desean en el proyecto grupal, un viaje nunca permitido por los modelos ideológicos del estado y esperando, haciendo como que espera, escribe: “He viajado. He viajado, hombre de piel como palabras, he viajado por lo que queda del alma y no estoy de acuerdo”

Tal vez por dejar crecer a su alrededor: músicos, pintores, poetas, cantantes, actores, directores y otros artistas, tal vez por entendido en catástrofes, tal vez por sentirse grande e ingenuo a la vez, tal vez su maestría “el hombre es otra mentira de la palabra” exportó de Buenos Aires el diamante de la sustitución para que en España la poesía del tango y el flamenco bailaran. Nos dice: “detuve su infatigable locura, toda locura entre mis letras. Al tembloroso, avergonzado sexo, le agregamos torrentes, cataratas. Ella existe, ha nacido en mis versos. Poesía de fuego, donde el dragón es ella y la palabra”.

Reconociendo la inteligencia del maestro en su pregunta, donde “juventud y vejez son dos argucias de los sistemas del Estado moderno” podemos cantar que “más allá no hay, por eso vivo donde vivo” y como “el silencio de los pueblos es el comienzo de su propia destrucción” podemos afirmar que la pregunta surtió su efecto “siempre tuve que ver con mujeres extranjeras, hasta vos fuiste para mí una mujer extranjera. Yo había nacido en medio del asfalto, vos habías nacido en medio de la pampa. Yo era un hombre, vos eras una mujer, siempre fuimos extranjeros a todo”

La obra de éste autor es lo suficientemente amplia para hablar de algunos miles de páginas publicadas, casi cincuenta libros publicados, y en todos ellos estudia, trabaja y escribe de la mujer. Después de tanto silencio, tantos siglos de significante silenciado, por fin un poeta psicoanalista anuda desde Marx, con Freud para todas las mujeres que nos habitan, las tesis para estudiar y trabajar la salud, la educación y la cultura en la vieja Europa, desde la juventud de España.

Carlos Fernández

NOSOTROS VEMOS LA CREACIÓN COMO HOMBRES;

DIOS, SÓLO COMO DIOS

de Dámaso Alonso

Agua y cristal reflejan, en azul metálico,

el invierno caracol de la endolinfa escuchando

en dirección al desértico cerebro

las nubes aleteando en el párpado algodón del sueño.

Hubo un viento padre que

quiso comprar alondras para el cenáculo de su jardín

mil y una alondras, se dijo, cual techo de plumas protegiendo

el espacio aéreo del señor tiempo,

pero entonces y escuchad con atención:

la guerra decreto desierto todo anhelo

los nidos fueron envenenados, por fin hubo paz celestial,

y total silencio, silencio….¡¡silencio!!

Después vino el turno de las flores

todos los amores se marchitaron y con la estaca de matar animales

inventó el fuego y con el tizón de la noche pintó sobre las

piedras los primeros templos donde susurrar algunos tormentos.

Llegaron los monstruos con mil y una cabezas de misil venganza.

y un hongo del tamaño de un tenor, gritó furioso su infierno

rostro frente al espejo del lago donde se baña la tropa del oro

negro en la retina del silencio, pasa el señor del silencio

¡¡silencio!!.

Carlos Fernández

EN LO MÁS PELIGROSO DEL AMOR

Enrique Molina

Es un rescate lo que nos aplaca sobre la roca

el escalofrío nos nombra

para comprobar la certeza del palpito.

Amar, e irremediablemente se convoca

la promesa de una alquimia inicial

y desnudos, como dos fantasmas

buscando su castillo

caemos en derredor del cadalso,

primer triunfo de la ley del visionario.

Y con un pie fuera, se resbala el amor,

con el paso, se juntan puertas,

se comprende a borbotones la fiebre

del vacío menor que cumple la sentencia

para volver en los ojos del abismo.

Y después, con las juntas derrotadas,

las cifras embalsamando el peso de la esperanza,

el pie hace su escenario y deposita, aún sin templo,

las cariátides, hondos hombros para la mirada futura.

Ahora muy cerca, abrazando el temblor,

corriendo en la corriente,

revelamos la extensión

del calor de un engranaje.

Clémence Loonis


¿Porqué mujeres de mi misma edad o parecido siguen a mi lado después de 40 años? ¿Porqué las mujeres jóvenes 30 o 40 años menores que yo están a mi lado?

Si no está entre estas dos preguntas y tiene la edad, no se preocupe, puede estarlo, ya que de lo que se trata es del trabajo que supone ganar el derecho a estar junto a Menassa, que en definidas cuentas, no es exactamente un hombre sino una escritura, un ser femenino que permite el goce, el amor; un ser masculino que nos facilita la conversión hacia el mundo con trabajo, ya que fuera del control, algo del mundo habremos de dominar para poder estar en él, más allá, que no quiere decir sin ellos, de los parámetros primitivamente establecidos por la familia y el estado.

Si estudia usted en Grupo Cero y no tiene la edad convenida en estas dos preguntas, podría ser por un lado que usted aún no ha aceptado los años que religiosamente han acontecido sobre el tiempo, o sencillamente, que no se ha dado cuenta, aún, de los años que religiosamente han acontecido sobre su alma, anticipándose incluso a los del tiempo, pero sin una antología de letras que la sostenga. En todo caso, déjeme decirle que algún deseo ha acontecido en su vida y no fue precisamente en soledad, sino por permanecer, que podría ir paralelo al ganar sino confundiera usted los términos y el usufructo.

Menassa lleva su escritura a la carne de la mujer, y eso lo convierte en un ideal, que más que envidiado, debería ser deseado, que quiere decir: transformación de la propia vida. Pero si usted lo envidia, no pasa nada, mientras continúe escribiendo, tal vez temer las posibilidades que de reconocer a un maestro se desprenden para la mujer que aún no fue, a pesar de las certezas del desarrollo, no es una justificación de nuestra razón todopoderosa, sino un anquilosamiento infantil.

Haber permanecido al lado de Menassa es haber transformado la propia vida, y esto aún no es ni mucho menos suficiente para calmar el hambre en una institución cultural y psicoanalítica como Grupo Cero, posiblemente como solo Grupo Cero, que es capaz de utilizar la energía de los celos, de la envidia, del narcisismo, por un proyecto social sostenido por el deseo grupal, que si se creen que es sinónimo del propio deseo están efectivamente equivocados y algo solos.

No podemos dejar de vivir cuando nunca estuvimos vivos, y si es así, tampoco podremos la escritura. Permanecer también significa repetir, no por el goce que pensamos que nos permitía la acción, sino por el goce que resultaba de la acción. Un trabajo sobre la incertidumbre para poder lo que se creyó la mujer que no podía, que no le correspondía, que no soportaba. Pero, ¿y si fuera por todo esto y por nada de esto?, y si fuera por el dinero que soporta, y si fuera porque acierta con nuestras fantasías, y si fuera por su impresionante escritura, y si fuera por las mujeres de su misma edad o parecido que hace precisamente 40 años que permitió que le acompañaran, y si fuera por las mujeres jóvenes que permite que le acompañen...

Susana Lorente

“PORQUE ¿QUÉ ANSÍA UN HOMBRE SINO SOBREPUJAR UNA COSTUMBRE LLENA DE POLVO Y TEDIO?”

E.Molina

Advertí en tus ojos la eterna ceremonia
de la sopa humeante y el frío de tus labios
desprendiendo de ti el horizonte.

Apenas el roce de la piel,
la inquebrantable sombra del olvido.

Pasión archivada,
desdibujada noria de recuerdos sin rostro.

Desliz estampado en tu cuerpo
como marca de una ley que rige,

indescifrable, los encuentros.

Cruz González Cardeñosa

VAN PASANDO MUJERES

I

Poblaron el horizonte

criollo-americano,

tachonando el suelo

de cruces ignoradas.

Doña “Vito” del Chacho,

la “Tigra” de Varela,

y esa pasión imposible

de Facundo, la “Severa”.

Mujeres de acero

que compartieron todo,

con sus hombres:

desde la tierna luz

del azahar ,

hasta la dura suerte

del campo de batalla.

Expirando el XX

fueron pasando mujeres

de coraje ,facón ,amor,

mate y guitarra.

II

Tañido melancólico

de campanas,

congojas de invierno

el xx

imperceptiblemente

resbala en las eras.

Pasan mujeres,

desde hace cinco décadas.

¡Cuántas!

Maestras,

políticas, locutoras,

escritoras, científicas.

Mujeres que curan,

que crean, que inventan.

Mujeres, mujeres,

mujeres...

Siento

el rumor del verso…

El tercer milenio

espera expectante, inquieto,

cada día son más las mujeres

rasgando la tierra

con sus poemas.

Rosalba Pelle Mancuso

lunes, 7 de noviembre de 2011

TALLER DE POESÍA DE LOS SÁBADOS 05-11-2011


GRUPO DE POESÍA DE LOS SÁBADOS A LAS 18:00 h
-revista virtual-
COORDINADOR :
MIGUEL OSCAR MENASSA (Candidato al Premio Nobel de Literatura 2010)
NÚMERO 84 05- 11-2011
Semana a semana iremos mostrando en este blog el producto del trabajo realizado en el Taller virtual de poesía los sábados a las 18:00 h de la Escuela de Poesía Grupo Cero, coordinado por el poeta


Miguel Oscar Menassa



Por qué las mujeres de mi misma edad o parecido siguen a mi lado después de cuarenta años? ¿ por qué las mujeres 30 ó 40 años más jóvenes que yo están a mi lado?

Una mujer, de casi su edad, le conoció hace 44 años y no sabe si podrá transmitir la multiplicidad de sentimientos que, tratando de responder a la pregunta acerca de la permanencia a su lado desde entonces, iluminan un largo recorrido ¿Por qué me quedé a su lado?

A mis veinte años me impresionó su apuesta figura, su penetrante y sagaz mirada, su saber, su energía, la pasión por todo lo humano, la pasión por la mujer, su pasión por entregarse a la escritura en aras de avanzar hacia la construcción de un pensamiento crítico-constructivo sobre lo que la civilización debiera cambiar para conseguir una convivencia digna, una sociedad más justa, un desarrollo de la potencialidad que le es negada al sujeto por la presión de la corriente de opinión y la opresión del sistema que detenta el poder.

Le descubrí como escritor cuando escribía “Los otros tiempos”, 1970.
Mi vida fue como bailar un tango en los brazos de aquél que sabía conducir a una mujer, que soportaba algún pisotón y que siempre daba otra oportunidad.
Aquél que me construyó como mujer deseante, que me dejó hablar y me permitió crecer.
Aprendí que los afectos obnubilan, que la ideología debe ser psicoanalizada, que sin psicoanálisis uno desconoce las posibilidades del ser, que el yo se construye y el amor si no se trabaja para reavivarlo, se apaga.

Amo a Menassa porque a su lado aprendí a gozar, con el sexo, con la escritura, con la pintura, con la maternidad, con la libertad que se puede conseguir cuando el otro es consciente de nuestra naturaleza mortal y las asociaciones que el deseo trama para unirnos a la vida, al deseo de vivir.

Vivir cerca de Menassa es apostar por el goce y por el saber. Es someterse a una forma de vivir que cuestione desde el psicoanálisis los celos, la envidia, el odio, el amor, como sentimientos infantiles que entorpecen la vida de los sujetos cuando no se los tiene en cuenta.
Amo a Menassa por su sentido del humor y su pujanza, le amo porque ama vivir, le amo por la mano siempre tendida al otro, al semejante.

Le amo por su escritura, por su pensamiento que me abre la puerta a otra dimensión, por su firme certeza en que lo grupal es la máquina hominizante productora de deseos.
Por formar una familia particular donde lo que se privilegia es la creación, donde el trabajo es la única posibilidad de inscribirnos como humanos, así como la palabra forma sujeto.
Pienso que no hay edad para alistarse en un movimiento que gira alrededor de una escritura y que no hace falta una cercanía para sumarse a su manera de pensar. Generador de un movimiento liberador, creativo, novedoso y alentador, con rigor científico y alas para alcanzar la poesía, el cine, la pintura, sin ocho para atrás, sin caída.
Olga de Lucia.


SIN MOVIMIENTO NI DETENCIÓN

El camino que sube y el que baja son uno y el mismo.

(T.E.Elliot)

Beso sencillo del tesoro, distrito al que ofreciste, quitándole al velo del clavel tu ira, tu escándalo de sensatez y bello resonar.

Sonar tu boca apagada en el bullicio. Sol, en los hornos de la descendencia. Quizás un cénit de rituales, o acaso el matiz fatuo de la nada. Pues todo es tiempo.

Tiempo es mi soledad, el hilo que pende de este escollo y el horizonte entre mis muslos. También habito en lo que burla al níquel un día aferrado a la certeza.

Esquirlas y coral.

Libro de fuego en mi interior, vertebrado y extraño sobre el mismo duelo hecho de lo humano.

Ventaja, para descifrar, sin utensilios, el lugar exacto del amor.

Ilusión puntiaguda, perpendicular a formular el tiempo, con pisapapeles de sangre.

Un día la descendencia de tu sombra, olvidará la ley.

En esa soledad no habita Dios, ni el hostil milagro de los ríos, pero el mar es una dicha azul en que los muertos desaparecen, fríos ariete y bandera al mismo clímax.

Alfiler por el que pasan las avenidas ayer. Ahora nos detenemos frente al soñar de los esclavos. Un día más, un quehacer más y el solsticio, como si el rojo fuera el torbellino de la risa o el cuerpo violado de las prostitutas.

La desolación de las camelias estallando al volumen del suspiro, un esputo de fe y el sonido roto de nuestras espaldas.

Revolver las cartas del tejado pensando el tiempo de sus hijos, ronda el cuello del ruiseñor que enhebra en silbos, antes de hibernar, brotes de sangre en la tierra de la palabra.

Virginia Valdominos



POEMA EQUIDISTANTE

No sólo querían dominar al que caía de sus propias manos,

querían su claudicación por escrito y en lengua extranjera.

No sólo querían inventar el mundo y la política,

querían que no existiera nada antes de ellos mismos.

Parsimonias incesantes cautivaban sus regazos,

vértigos carismáticos se escudaban marchitos

en una sucesión interminable de decisiones rotas

que latían a espaldas de cada miembro incivil.

Pueblos insolentes y aburguesados

se escondían entre escombros de diseño,

hablaban de lo incomprensible y se abandonaban

en las garras majestuosas de la falta de misterio.

No reces y trabaja duro, no pienses y lee poesía,

no recuerdes y escribe, no dudes y aúlla sin parar.

Después cuando crezcas en esa dirección desconocida

te darás cuenta que eres un existente, una ráfaga

imperturbable, una cuestión sin puertas,

un hombre, una mujer, naciendo en todas direcciones.

AMELIA DÍEZ CUESTA


¿POR QUÉ MUJERES DE SU EDAD SIGUEN A SU LADO DESPUÉS DE 40 AÑOS? ¿POR QUÉ MUJERES DE 30, 40 AÑOS MÁS JÓVENES QUÉ EL ESTÁN A SU LADO?

A los que se pregunten sarcásticos o envidiosos qué tiene Menassa que no tengan ellos y que caigan quizás en la tentación de reducir la diferencia a una cuestión de tamaño les aclararemos ante todo que: Menassa no es ningún Don Juan que las toma y las tira de una en una. Menassa no es ningún Pigmalión que las educa a su manera. Menassa no es ningún dios que las modela a su imagen y semejanza.

Menassa es un trabajador, un trabajador de la palabra: un poeta, un psicoanalista.

Y eso es lo que las hace vibrar, lo que hace vibrar en ellas lo que desconocían de sí mismas.

A ellas, nuestra sociedad judeo-cristiana proponía como únicos modelo una mujer sin sexo, dolorosa, de escasas palabras o una mujer desbordada por su propia sexualidad, culposa y rechazada por la sociedad. En todos los casos una mujer viviendo a la sombra del hombre, incapaz de ganarse la vida.

Y así, casi se la tragó su madre, enamorada de sí misma en ella.

Casi se la tragó la familia, pidiéndole entregarse por completo a un papel exclusivo de esposa y de madre

Casi se la tragó la religión, desgarrándola entre la palabra virgen y la palabra puta.

Casi se la tragó el amor, a ella que no se podía ni amar a sí misma.

Vino la Poesía, a través del poeta y le trajo la posibilidad de volar: volar por los escritos y por las páginas blancas.

Vino el Psicoanálisis, a través del psicoanalista y le trajo su ansiada libertad.

La fue liberando poco a poco de sí misma, de esta sí misma condicionada desde siglos por la especie, la familia, la sociedad.

Libertad de ir ganándose la vida, de construir con su trabajo, con su escritura, otro mundo, otra manera de amar, de convivir.

Ahora, como lo escribió antes el poeta, anticipándose siempre a la realidad: una mujer construye la tierra donde vive.

A través de la escritura de Menassa se descubre a sí misma, va descubriendo en ella esta “energía secretamente guardada” que nombra el poeta, este fuego que antes sólo le servía para quemar sus propias alas.

El fuego ya no la devora, se vuelve deseo, se vuelve letra; va haciendo el universo.

Ella que buscaba por todas partes una vida posible va aprendiendo que palpita en ella una vida, una alegría por construir.

Ella que tejía y deshacía lo tejido en solitaria, esperando siempre un imposible puede ahora tejer un destino: un mundo heterosexual, humano, con palabras.

Un mundo donde cada uno tenga su lugar, el lugar que le permita su propio deseo.

Mientras ella aprende del poeta , el poeta reconoce aprender de ella. No cesa de amar lo que ella construye sin saber.

En cuanto al psicoanalista, prosigue incansable su investigación, la investigación de Freud que supo crear un espacio donde Elisabeth pudiera decir: “¡Déjeme hablar!”; de Freud que hasta el final de su vida se preguntó: “¿Qué quiere la mujer?”.

El psicoanalista prosigue la investigación de Lacan que se atrevió a afirmar: :”La mujer no existe.”, pensando lo femenino desde otro lugar.

Para Menassa “lo que quiere la mujer” irá apareciendo en las palabras que se deje ella misma pronunciar y combinar: en su escritura, en su poesía, transformadora de la realidad y en constante transformación…

Queremos subrayar que en mundo donde suele dominar a menudo la envidia y los celos , las mujeres que acompañan a Menassa pueden mirarse entre ellas, respetarse, pueden incluso amarse, pueden construir juntas; porque hablando y escribiendo cada una ha ido aprendido a amarse y respetarse a sí misma.

Por eso mismo, a medida que vaya circulando la escritura de Menassa, cuando su poesía vaya penetrando por las ventanas de la universidad, por el aire de las escuela primaria ya no será un grupo aun reducido de mujeres de 30 a 75 años que acompañarán con su alegría, su trabajo y sus palabras al poeta sino también niñas en edad de escuchar y de leer y ancianas centenarias que le acompañarán más allá de sus últimas palabras,

Entonces estaremos más cerca de un mundo heterosexual, donde hombres y mujeres, semejantes y diferentes, puedan combinar, sus palabras, sus colores.


Claire Deloupy


POEMA

En la sombra dialoga el cuerpo

con la tinta de sus múltiples

perfiles planetarios.

Domadoras del aire,

tus manos se aferran a la sangre

y a su cauce de estrellas,

al vendaval tardío

con que ciñe en horas

sus jornadas.

Ellas indagan en tu nombre

por el rubro de las cosas

y secan en tus ojos

la impiedad de una emoción.

Alimentando sombras,

Bautizan con sal y fósforo

el surco que en la piel

descubre su morada.

Ruy Henríquez

EL INCUMPLIMIENTO DE LAS LEYES MORALES Y/O RELIGIOSAS CASI NUNCA IMPLICA UN DELITO, SIN EMBARGO...

Sin embargo, vivimos cercados por leyes tras las cuales subyacen esas mismas cuestiones morales y religiosas.

En el código penal que rige nuestro país, no es difícil encontrar supuestos que responden a alguno de esos códigos de conducta.

Hay ejemplos muy claros, tomando como referente los diez mandamientos de la religión católica:

No matarás (asesinato, crimen, homicidio); no robarás (malversación, cohecho, desfalco, apropiación indebida); no cometerás actos impuros (incesto, bigamia); no levantarás falsos testimonios ni mentirás (prevaricación, calumnia, abjurar, fraude, falacia) se traducen en penas o castigos de diversa intensidad.

Estos son, digamos, ejemplos directos, aunque también se contemplan conceptos más abstractos que tienen que ver con la normativa cristiana:

Animus necandi (deseo de matar), puesto que sabemos que también existe el pecado de pensamiento. Y con los pecados de palabra, obra u omisión, encajarían el daño moral y la mala fe, por nombrar algunos.

Por otro lado, las leyes morales trabajan de una manera muy simple: Recompensan siempre el comportamiento moral y castigan el comportamiento inmoral.

Sabemos que la moral es un conjunto de reglas mediante las cuales los hombres distinguen lo bueno de lo malo. La ciencia que estudia esas normas es la Ética y sus conceptos se exponen mediante los llamados juicios del valor

Las normas morales varían con las creencias religiosas y con las sociedades donde rigen; a pesar de su diversidad, algunas de ellas se han universalizado. Por ejemplo, casi todas las sociedades coinciden en condenar el asesinato o el robo, hasta el punto de considerarlos delito.

En resumen, hasta aquí hemos dicho que hay delitos que implican el incumplimiento de ciertas leyes morales o religiosas, pero ¿qué pasa con los incumplimientos que no acarrean delito? ¿En qué terreno nos estaríamos moviendo? ¿Dónde encontrar ejemplos?

Contestar a esto último es sencillísimo: en la mejor enciclopedia de la perversión moral y religiosa que existe: los medios de comunicación.

Nada de honrar a padre y madre, mejor descalificarlos y anular su trabajo para con los jóvenes.

Nada de respetar a los mayores, su experiencia, su saber, cuanto antes vayan a parar a los asilos, mejor.

Nada de hacer autocrítica, el otro siempre es un nido de imperfecciones frente al dechado de virtudes que es uno mismo.

Nada de valorar el trabajo que el otro ha hecho y yo no: como no es perfecto, según mis ideales, no sirve. El famoso "yo lo haría mejor", pero no lo hago.

Nada de lealtad ni compañerismo con los semejantes, la propia personalidad es el modelo y, si no, nadie comparte nada.

Nada de pactar con otros, nada de acuerdos, nada de trabajo conjunto, nada de repartir responsabilidades, nada de pensar en el futuro...

Y sobre todo... nada de hablar, nada de exponerse al contacto verbal, nada que interrumpa nuestro idilio con nuestra particular verdad. Nada que nos señale como humanos.

Y si todo esto no es pasarse por la piedra las leyes morales que nos sostienen, que venga Dios y lo vea.

Carmen Salamanca



VA A LLOVER ANTES DE QUE VUELVA A SER DE DÍA (FAULKNER)

Se tumbó la ilusión y dormí horas surcando los contornos de la nada,

creí que era necesario entregar el momento y sin embargo…

Había nacido de la unión de varios cuerpos,

cuerpos como espectros aparentando

dimensiones humanas que nunca alcanzaron.

Entre los restos de aquellos fantasmagóricos rituales,

sentada frente a un fuego lúgubre, surgió el miedo,

la mentira era cobijo de miradas que no paraban de reír,

resquicios de llantos adulterados por la apariencia

se fueron comprimiendo en el espejo

y la ausencia de luz me hizo dudar de la claridad.

Podía lo que podía pero nunca era suficiente,

tanteaba los límites con prudencia,

renunciaba a lo vivido para poder enfrentar el futuro,

aunque el futuro nunca era un tema de conversación.

Con los bolsillos llenos soledad

cada uno sabe y desconoce de sí,

pero los números son iguales ante el abandono,

yo no quería continuar ninguna historia.

A mí me gustaba salir al balcón de tus ojos

y desde tus pupilas recorrer el horizonte,

soñar con aromas de geranios

descender desde tus cuencas hasta el suelo

en décimas de segundo.

Amé con intensidad la caída libre hasta que un día,

impacté con el suelo a tal velocidad

que las macetas con los geranios se rompieron en mil pedazos.

Recuerdo tu cara descompuesta

ante el inmenso estruendo

que provocó mi madre al quedar esparcida entre la arena.

El tiempo pasa lento cuando la desidia acecha,

no es que la gente se conforme con cualquier cosa,

es que cualquier cosa conforma a la gente.

Delante de todos, los días trascurren entre

mujeres que sufren, hombres maltratados,

niños vejados por adultos,

adultos perversos que se dedican a escribir la historia.

¿Cómo despertar y seguir soñando?

Eran las 6 de la mañana

y el silencio de la casa aturdía mis oídos,

corrí de habitación en habitación

y de pronto me propuse volver,

¿volver a dónde?

Sumergí mi cuerpo en agua tibia

y aparecí frente a ti,

levantaste la mirada y dijiste:

“Ahora a crecer”

y sin perder más tiempo,

dispuse letras unas tras otras

y comenzaron a bailar.

Magdalena Salamanca


JUNTO A LA LUMBRE SEDENTARIA

De mano en mano,

en territorios arrancados al vacío

mis fundaciones conspiran en ráfagas

que husmean perros sobre pasos perdidos.

Una visón entre páginas,

con disfraces encorsetados

en la nuca del vértigo,

canta en la oscuridad.

A veces, no canta,

murmura traducciones

en lenguas insonoras,

me trae antiguas costumbres:

desechar usurpaciones y rapiñas.

Jaime Kozak


“Como esas incisiones profundas que dejan irse el gusto
de los días...”
Enrique Molina

La rúbrica baja del mundo, cruel lienzo bordado por las horas.

Más allá de mí, el rizo de la noche que abraza tu sueño

y la despedida de la luna, ante el nácar de sol

del que es imposible borrar su hálito de fantasma.

Tejen tus labios el viento, ondean los trajes malhumorados

pidiendo renuncias, para nada:

que el hielo abrase, que las llamas heladas.

El cuero en el que reposa la mancha de sangre,

el eco en el plato donde cae la sombra de la hoguera,

tu voz en la tormenta, en la que el animal se resguarda como una caricia

en la espalda de la gota que refresca.

El mar no puede saciar su propia sed,

poder infinito, pliegue del gesto que te dibujo como un olvido,

mientras las sábanas del nocturno desierto gozan deshojando mi talle.


Susana Lorente Gómez


¿POR QUÉ LAS MUJERES DE LA EDAD DE MENASSA PERMANECEN A SU LADO Y POR QUÉ LAS MUJERES 30-40 AÑOS MÁS JÓVENES QUE ÉL PERMANECEN A SU LADO?

Nos dan la oportunidad de preguntarnos por algo que es fundamento de nuestra propia existencia, estoy segura de que eso nos hará bien. ¿Es una pregunta o una interpretación? Pienso que no debe ser muy saludable ignorar lo que a una la sostiene. Sin la escritura de Miguel Menassa, no habría tantos otros/otras.

Es terrible vivir en este mundo, donde nos muestran el despedazamiento de un hombre por televisión una y otra vez, como si eso fuera un logro humano. Por eso, he decidido vivir en las palabras, en un pensamiento más grande que uno mismo, más fuerte que uno mismo, un pensamiento que produzca también para uno una grandeza, una fuerza, otro mundo posible. Y esa es la Escritura de Miguel Menassa. Estar al lado de Menassa es estar al lado de la Poesía y al lado del Psicoanálisis. No hay un escritor que se haya entregado con tanta pasión a esos dos significantes. Acercarse a la escritura de Menassa es acercarse a centenares de poetas y a dos de los científicos más relevantes para entender el siglo en que vivimos: Marx y Freud.

Menassa me enseñó que en Medicina lo fundamental es distinguir la gravedad de la levedad, que en pintura hay que dejarse llevar, que en psicoanálisis sin escritura no hay transmisión y que la manera de dar cuenta de cómo ha sido uno transmitido es a su vez, otra escritura. Con Octavio Paz, me mostró que la poesía es la verdadera historia de los pueblos, con Freud, que en cada hombre hay un poeta y con Pavese, que en cada libro hay un hombre.

En cuanto a la mujer, Menassa nos dice: “Poesía y Psicoanálisis, más que aproximaciones metodológicas, por lo menos en mi caso, son destino. Armas de luz que me permitieron penetrar los dos agujeros negros de nuestra cultura actual: Los Grupos, La Mujer. La mujer fue desplazada desde la quietud de la envidia al pene, a la diferencia radical de su goce que hace de ella, hoy día, única posibilidad de subversión de los actuales modelos ideológicos.”

Lo más sorprendente no es que permanezcamos al lado de Menassa, sino que Menassa nos permite, quizás por haber aceptado un maestro, hacer alianzas entre nosotras, las candidatas a poetas y psicoanalistas, poder entre nosotras algo más allá de la envidia, algo que toque lo social: los libros, los cursos, las conferencias, los congresos, las revistas, las películas, además del amor y del Goce. De 67 autores que han publicado en la Editorial Grupo Cero, 40 son mujeres, y de 196 títulos publicados, 140 son o tienen la colaboración de alguna mujer y la mayoría de los puestos directivos están ocupados por mujeres.

El pensamiento de Menassa incluye lo femenino, tanto para pensar al hombre como para pensar a la mujer, incluye la diferencia, ese es un grado de civilización casi desconocido para el mundo actual.

Para Menassa, una mujer puede, si lo desea, combinar su ser con las palabras trabajo, dinero, poder. Y si no hubiera una escritura que concibiera esto, no sería posible para ninguna mujer, para ningún hombre realizarlo.

Para mí estar al lado de Menassa se trata de una elección forzosa, de un deseo que solo se sostiene con trabajo, con la constante transformación del candidato. Si Freud le pidió a la mujer que hablara, y con ello abrió el camino de su liberación, Menassa nos pide que escribamos, como el Rey del principito, que ordenaba beber a quien tenía sed. Y eso permitirá a otras mujeres, abrir sus caminos. Permanezco al lado de Menassa porque mis ambiciones y mi sed de escritora requieren el agua de sus versos.

Menassa es generoso, escribe, pinta, interpreta, y lo más novedoso, nos dice cómo. Si hay un maestro, es posible formarse.

Los que se aburren, son los traidores, dice Menassa en el segundo Manifiesto Grupo Cero. Por eso, todo lo dicho no es más que un recuerdo encubridor, quizás la única verdad es que al lado de Menassa el Goce está asegurado. Divertirse, se trate de la actividad que se trate: psicoanálisis, poesía, pintura, cine, baile, está garantizado.

Alejandra Menassa de Lucia


LA POESÍA Y EL AMOR FUERON MIS ÚNICOS REFUGIOS

Residuos, lo olvidado que retorna

Miguel Oscar Menassa

La poesía y el amor dibujaron sobre mí

el epigrama de mis únicos refugios.

No sabía dónde encontrarte,

dónde encontrarme.

Reluciendo en cada borde de luz

vi florecer de nuevo el tiempo, los días.

Seguí despierta para poder volar y nacer de nuevo

en la carne del verbo.

Mi amor asume el mundo

y la piel se estremece.

Espero desde este lado de la vida.

Siembro rosas.

Mónica López Bordón

AQUÍ ESTÁ MI ALMA, CON SU EXTRAÑA INSATISFACCIÓN, COMO LOS DIENTES DEL LOBO

de Enrique Molina

Un día de lluvia, de esos del charol recuerdo,

caminando iba por la vereda de robustos castaños

con sombrero de fieltro cordobés,

y gabardina de negro satén.

Silbando una canción sureña, mi alma cierra los ojos,

al percibir el olor de castañas asadas.

Un hombre azuza el incandescente hierro

y antes de cruzar el océano que se desliza calle abajo

como un velero sin patrón,

huye mi paraguas.

En esa situación las piernas ancladas hacen puerto

y en esa midriática precisión de aguacero

levanto los brazos para brindar con otros náufragos

la imposible huida.

Una ventana con rejas a ras del suelo

ilumina el rostro de una anciana que golpetea

los cristales y con el índice señala

donde custodiar las sombras

sin cuerpo.

Carlos Fernández





Cuadro: Susana y los jueces por Artemisia Gentileschi

SUSANA Y EL ADULTERIO.

A Susana Lorente en la celebración de sus 38 brillantes años.

Tu nombre, flor de loto signando los sarcófagos,
tu nombre, en el que germina la alegría,
tu milenario nombre de mujer.
En tus manos se tejen con dulzura las redes del futuro.

Delicada y tenaz como tela de araña que envuelve en
su belleza y cuya sutileza esconde resistencia de cóndores en vuelo.

En una mano la caricia y en otra el látigo del verbo,
que golpea la injusticia.

Egipcia mía, tantos pintores reprodujeron
la infamia de tu falsa acusación,
fue más famoso tu adulterio irrealizado que todos los otros consumados.

quizás por eso, engañas con tu pluma al orden establecido,
sacudes sus cimientos con tu verbo,
agitas tu cabellera ensortijada como bandera de libertad,
y entregas tu exuberante anatomía a la página en blanco,
sembrando el mundo con la semilla de tu naciente genio.

Alejandra Menassa


NO CREAS EN LOS VATICINIOS DEL ZODIACO.
(Vicente Huidobro)
El solitario acumula el tiempo
en el abandonado banco de la plaza
Hace añicos las ilusiones cuando
atraviesa con sus pupilas húmedas
la ventana del lejano edificio
buscando la silueta que nunca encontrará.
La tarde acumula el vacío de voces
arrinconadas hojas como caducas ofertas
de empleos vacantes a los que nunca optó.
Su permanencia fue ahuecando
la insomne madera sólo habitada
por la invisible presencia de aquel
a quien nadie ve, nadie escucha.
Futuro nunca escrito por la vacua obcecación.
Frío que corrompe el arrugado cuerpo,
corvo en su espera, nube trágica
que presagia el final.
Lo oscuro invade todo, verbo que muere
de estar cansado de latir.

Helena Trujillo Luque




BARRIOS DE SOLES TURBIOS Y LUNAS OXIDADAS

Una larga hilera de hambrientos corazones

Baja por la pendiente sin esquinas de la vida

Hombres de cráneos agujereados

Piratas, parias y buscavidas.

El alquiler y la tarde taciturna

Una taza de té y una cucharadita de azúcar,

sólo una, por favor.

Cualquier café en una esquina cualquiera

De una urbe europea.

Una señorita de labios rojos e imposibles tacones

Con el sombrero azul y las medias a tono

Elegante en los suburbios europeos.

Son los caminantes de la Tierra

Los famélicos hambrientos del Universo

Abanderados de la nada

Los huesos que roen algún misterio

Sinfonía azul de este poema.

Paola Duchên