domingo, 21 de noviembre de 2010

TALLER DE POESÍA DE LOS SÁBADOS 20-11-10

GRUPO DE POESÍA DE LOS SÁBADOS A LAS 18:00 h
-revista virtual-
COORDINADOR :
MIGUEL OSCAR MENASSA (Candidato al Premio Nobel de Literatura 2010)
NÚMERO - 57- 20/11/10
Semana a semana iremos mostrando en este blog el producto del trabajo realizado en el Taller virtual de poesía los sábados a las 18:00 h de la Escuela de Poesía Grupo Cero, coordinado por el poeta Miguel Oscar Menassa

Todos los dibujos son de Miguel Oscar Menassa

ALTA HUMANIDAD.

Humanos de alto voltaje me circundan,
construyen para mí, con la destreza
de sus gestos, una alta humanidad.


Soy su Circe, busco la pócima perfecta,
entre los bosques, hallo las hierbas sanadoras,
combinaciones de palabras para calmar
el infinito dolor de esta gangrena inmemorial.

No estar mañana, sea el mañana cercano o lejano;
¿es un dilema irresoluble o una grata noticia?
Investigo la fórmula psíquica del Goce
desato infinitas moléculas atómicas de amor,
y encuentro restos de muerte en cada giro.

Me atenaza el pecho la insólita flor de la angustia,
vivo arrojada de mí misma, precipitada en el vacío,
vertida como néctar, el vino de los besos, las uvas de la ira.

Un animal enorme y su manada,
una impiedad sonora y sus resortes
me distraen de mis cosas.


Me deshago en versos,
eterna margarita del sí quiero,
mis pétalos denotan torpeza en la caída.
Su sonoro suicidio,
me rescata del sueño.

Alejandra Menassa

“MI EXULTACIÓN VIENE DE QUE ANTES NO SENTÍ LA PRESENCIA DE LA VIDA”

César Vallejo

Disculpad mis torpes halagos,

agrestes por un mundo que declina en fantasías.

La soberbia de un canto que arranca del silencio,

el polen que se deposita tiernamente

en los pétalos de la muerte.

Disculpad mis palabras

altisonantes de barítono perplejo,

no me di cuenta de que el amor pasara por mi cuerpo,

no sabía del retorno del viento,

de la humanidad de los ángeles cayendo.

Susana Lorente Gómez

LA CAÍDA DEL DOLOR

Vienes a mí, con tu plural insistencia,

arrinconándome entre violentas iras

como si la noche pudiera hacer entrever,

desde la pupila de esta hoja en blanco,

las entrañas huecas de algún final.

Desata de mí, el misterio,

no digas que siempre será igual,

no vengas suplicando un destino,

la puerta que te anuncia

desaparecerá de mi costado.

Vierte la mañana sobre mis sábanas,

trataré de recibirla vestida con sedas

de colores para que la alquimia y el sol

celebren tu caída

en este encuentro clandestino.

Búscate en la risa furibunda

que tú mismo propagaste, como castigo.

Pobres y mendigos, chacales y zorras

te dirán qué hacer con la carroña.

Mientras, desaparece de mí, huye de mi vida.

Magdalena Salamanca

HOY NO PUDE

¿Volver o huir?

Y caigo desde las pestañas del miedo

hacia el blanco escenario de mi sacrificio.

¿Avanzar sobre la muerte

o retroceder frente a tus palabras?

Mientras tanto,

escarapelas de pasión

derriten mi memoria,

desahuciada por el silencio.

Abomino de tu perversidad,

oh, madre del dolor acostumbrado

y confieso:

Hoy no pude y, sin embargo,

la noche arropa esta soledad,

colgada de mis ojos.

Carmen Salamanca

SOY LA GUERRA

Soy la guerra

y grito mi destreza

para la demolición.

Hablo siempre que calla la palabra,

Digo de la pasión por la sangre

y la carne abrasada por mi ritmo.

Contable insaciable

muto en paz en nombre del estrago

y construyo lo que luego haré temblar.

Tengo una cadencia

que mueve torres y galaxias

y un hambre por el hedor

que me enloquece.

Respiro e instalo la huida

entre los hombres

y hago que nunca más caiga el telón.

Soy una máscara

y vivo en cada rostro.

Amelia Díez Cuesta

LA CAÍDA

Con solapados pasos que huyen del camino

acaricia paisajes marinos

y tumba, con brusco movimiento,

el tronco seco de la savia altiva.

Desconoce el punto donde la senda gira,

persigue sombras en el momento mismo que se ocultan

y vaga, elefante perdido, por una selva rabiosa de sonidos.

Después, en un vaivén del viento, vuela, ligero su esqueleto,

huesos desordenados por la bruma de un tiempo

donde lo conocido repliega sus ejércitos.

Campanas lejanas cantan a un solsticio venidero

y su boca entona el asombro de las tropelías

que liman el enjuto verbo

lanzando virutas a una tierra yerma,

que abre su cuerpo ávido de alimento.

Como animal de presa otea precipicios

donde posar sus manos de gigante liviana,

y yace habitante exiliada de todo lo vivido.

Pilar Rojas

UN ADIÓS SUJETO EN EL VACÍO

Carilda Oliver Labra

Trinan los pájaros en esta mañana

con su vértice casi de invierno.

Los árboles dorados

Escriben en sus cortezas

el oficio de la vida sin descanso.

Se aleja el cuerpo del cuerpo

y queda la carne, es una voz de otoño

con cadencias y ritmo

que no se ahoga en el poema.

Queda este adiós sujeto en el vacío

aguardando la fuerza del sosiego.

Mónica López Bordón

¿A DÓNDE IRÁN JILGUEROS Y TURPIALES?

A donde irán jilgueros y turpiales

mi corazón sacude risas y albatros.

El canto del jilguero agiliza las sombras

de la bruma enmudecida

por espantosos mares.

El nombre de mi voz,

de mentiras armado,

sacude infantiles vergüenzas

con sed de siglos.

Soy ese niño estúpido

A quien no amó la libertad.

Mientras, el perro desnudo,

Ladra a la victoria

Perdida.

Virginia Valdominos

QUEBRADA VOZ

Quebrada voz,

nocturna saliva efervescente,

arrastras cautivos

hórridos abismos.

Presagiando en tus arenas

volcánicas tormentas,

golpes de luz,

imborrables huellas

de encendida letra.

En la amplitud de los desiertos

vive tu nombre,

gris textura silenciosa,

desusada tu cósmica simiente.

Ruy Henríquez




sábado, 13 de noviembre de 2010

TALLER DE POESÍA DE LOS SÁBADOS13-11-10


GRUPO DE POESÍA DE LOS SÁBADOS A LAS 18:00 h
-revista virtual-
COORDINADOR :
MIGUEL OSCAR MENASSA (Candidato al Premio Nobel de Literatura 2010)
NÚMERO - 56- 13/11/10
Semana a semana iremos mostrando en este blog el producto del trabajo realizado en el Taller virtual de poesía los sábados a las 18:00 h de la Escuela de Poesía Grupo Cero, coordinado por el poeta Miguel Oscar Menassa

Todos los dibujos son de Miguel Oscar Menassa

LO QUE LAS PALABRAS SE DICEN ENTRE SÍ

(M.O.M.)

Tensar el diapasón, disparar sonidos comprendidos

en el espectro que perturba nuestro tiempo

dibujar grafías a granel, dejar hacer a las palabras

venidas del silencio,

sorber el elixir de los versos

que atraviesan las barreras de los días.

Darle alas a la monotonía

Abdicar de destinos y conjuros

Cuidar la débil fibra que une a la vida

resistir con nuestro pulso al insobornable

latido que viene de la selva.

Encerrarse a solas con la página,

Dejarse balbucear.

Olga de Lucia


SENCILLAMENTE

Sencillamente, como se quiebra en la montaña

la singular vértebra del aire,

la arboladura tremenda de su espalda,

así se abre en mis dominios

los oscuros tremedales,

las negras magnitudes de inhóspitos pantanos,

la selva primigenia que sufre en los caudales

un dolor antiguo tatuado en sus orillas.

Con la naturalidad que tienen

las palabras pronunciadas entre todos,

bosque sinuoso, océano de verdes circunloquios,

con sus ramajes poblados de arduos renglones

escritos en sus hojas de áspides corolas,

así me avengo a tus ríos subterráneos,

a tu sangre de siglos,

al tremendo torrente de tus voces.

Porque soy yo, poesía, arcilla moldeable,

dúctil materia, gris ceniza que se esparce

en la blanca planicie de una página que cae.


Ruy Henríquez


CUERPO Y ALMA

¿Cómo si ya fuiste arde aún esta pasión?

Pasión que ha de doler como clavo incrustado en la pared!

Lágrima escondida que en todo ojo existe,

fulgor que ahoga su enérgica blancura

en la fragilidad del aroma del aguacero.

Un aire melancólico agita los cabellos,

acaricia los latidos del corazón,

y marca los movimientos de lejanas latitudes,

estremecidos encuentros entre los pliegues del amor.

Cuerpos herméticos,

parecidos al mar

cuando amenaza con zozobrar sobre la tierra,

toda cordura.

Oquedad, donde poder arrancar un sonido a la muerte.

Vuelo rasante de una hoja de ébano,

cuya secreta memoria,

en medio del silencio,

desliza el reflejo de la luna,

sobre la eternidad de un hondo quebranto,

gemidos, suspiros, congojas…

hendidura abismal entre cuerpo y alma.

Vicente Prada Gómez


¿A DÓNDE IRÁN JILGUEROS Y TURPIALES?

A donde irán jilgueros y turpiales

mi corazón se encumbra en lutos y escombreras.

El rey se abate y lo lee entre las sombras

sacudido por risas y albatros.

La ráfaga voraz asilvestrada por dulces mocetones

oscurece los ojos para siempre,

de los que corrían al despiste.

El canto del jilguero agiliza las sombras

Y el viento alado

abofetea mis lúgubres resortes

Para no decir jamás.

¿Cómo acallar al hombre que nunca estuvo?

A donde irán jilgueros y turpiales

la voz lleva mi nombre.

Y las risas vociferan las veladas

de escarnio y espavientos

armadas de mentiras.

Un niño calma su sed

Una madre sacude sus vergüenzas frente al niño

Y un hombre cojo y ciego busca a su pobre madre muerta

Entre los siglos.

Los muertos siempre yacen boca arriba, grita el pequeño.

Las mujeres duermen de lado,

para parir un sueño hacia el futuro.

Y el niño vive en la escombrera, en el desorden de las flores deshechas

Por la ráfaga triste, y el mendigo ileso y sofocado,

con manos deformes inconclusas y vacías,

lo acuna.

Soy ese niño estúpido

que pasa las balas por su frente

para que lo amen en libertad

mientras, el perro ladra desnudo

su última victoria.

Virginia Valdominos


OJOS DE MAGNOLIA FRAGMENTADA

Hoy me pesa la realidad.

Sobre mi espalda,

siento los besos que no me han dado.

Esta canción que vuela, tiene el perfume

de las espinas clavadas entre los dedos.

Sutil baraja de lunas, ensueño de otros cielos,

te recuerdo con tus plumas de ángel,

abierta sonrisa, insistiendo con tu dicha,

abrigando deseos.

Si tu pie fuera ligero, no sentiría su ausencia

y sin embargo, amo de ti esa sombra que se tiñe

de amarillo lóbrego lamentando su torpeza.

Son las seis y diez, tu último beso

me recordó canarios con sus flautas,

hirvanando crepúsculo, pero tus pestañas...

Su caída late sobre mi frente,

porque esta vez no habrá cópula sobre el mar,

aunque llame la luz...

Tu sien plateada llena de dulces promesas

son lágrimas de mañana, silenciosas

como el gesto de una madre dormida

y sin embargo, ese fulgor opalino...

Quiero quedarme sobre tu corazón palpitante

de esperanza y lluvia, porque este otoño invita a despedidas,

cuando mis cadenas de seda desnuda,

venzan tu seno lleno de guirnaldas

y tu cabello sea un brutal vaivén del viento entre mis dedos.

Entonces, apoyaré mis labios sobre el latir de la tierra

y tus ojos cansados habrán encontrado en mi

el pulmón donde respirar descansa.

Miguel Martínez Fondón


NO TENGAS PIEDAD

A su santidad el Papa

Para no abandonarme, me colgué los versos

como lianas para avanzar la vida,

por los confines de un logaritmo planetario;

muerto de ausencias, esquiva de ternura.

¡No tengas piedad! No llores los desplantes,

sacia con la sangre del olivo la furia de tu sed.

No me pidas que ciegue mis ojos con ignorancia

o que dedique mis horas al amor sin más.

Pídeme la terquedad insidiosa del otoño

los tonos de la templanza dibujados en sus hojas

la rapidez y la calma de mis manos recorriendo,

sin nostalgia, la tenaz sombra del poema.

Una mujer cristianamente despreciada

TENGO EL ALMA PEGADA A LAS PESTAÑAS

Lavo mi cara

como si una lluvia intensa

lavara la cara del mundo.

Si me negué a la cobardía

fue de casual encuentro con la muerte,

ya que tengo el alma pegada a las pestañas

y me palpita el gentío en la garganta.

Unos dientes afilados me dan caza.

¿En cual rayo de luz me voy a sublevar?

si solo hablo con el polvo de mi casa.

Qué importa que todo cambie

si el amor sigue siendo carne,

aquel gesto devorado por los lobos.


Manuel Menassa

ESPERAR FELIZ

Esperar feliz como un reloj

la incierta aparición de la noche,
el lento deceso del amor.
Esperar con hermosos brazos
la llegada del otoño, el blanco
verano donde la luz
queme nuestros labios.
Quiero esperar así,
como si mis pensamientos
fueran cosas de la vida,
del tiempo...

Kepa Ríos



EN EL INFINITO NOS ENCONTRAREMOS

Se deshace en mis manos, blandamente

la herrumbre de tus poetas.

La lectura vence la resistencia de mi tallo,

y crece en mis entrañas atroz vacío

que no ha de ser colmado.

Salto hacia el futuro,

desenterrando ausencias,

huyendo del recuerdo.

Signo con mis letras tu memoria.

Atravieso ignotas oquedades.

Me multiplico: fructífero polen

de los versos.

En el infinito nos encontraremos,

desbordando tu miel tinajas de mi hastío.

Me deslumbro a la luz de tu milagro.

Nazco entre tus letras, poesía.


Alejandra Menassa de Lucia

PÁJAROS DE ALA INVERSA

¿Dónde está mi vida, di?

Pedro Salinas

Todo estuvo bien hasta que vi mis huellas.

Encontré el amor tendido en una estrella

que temblaba en la espera.

Con ternura dibujé en cada hoja de papel

una noche para poder soñar

y me comí el silencio.

Mónica López Bordón